BDSM para principiantes
El BDSM incluye en sus siglas las prácticas de bondage (ataduras), Dominación, sumisión, sadismo y masoquismo. Es importante saber que en la relación Ama/esclavo o Dominante/sumiso, todas las prácticas a realizar deben ser consensuadas. No se trata de violencia, sino de explorar umbrales de placer y dolor y/o dominación y sumisión. Las prácticas que implican dolor no son una condición excluyente, se puede servir a un Amo o Ama sometiéndose simplemente a Su Voluntad, obedeciéndole en todo lo que esta proponga: ser humillado verbalmente, lustrar botas, lamer cuero, pies, axilas, genitales, sexo oral y anal, ser inmovilizado, usado, masturbado hasta más no poder, son algunas de las prácticas en las que el dolor no tiene lugar, pero donde sí es importante la obediencia y la sumisión.
Un esclavo o esclava que quiere iniciarse será primero interrogado acerca de sus fantasías y sus límites, y tras consensuar las prácticas en las que se desee incursionar, será puesto a prueba por su Amo o Ama para comenzar una relación. Puede tratarse de encuentros puntuales y también existe la posibilidad de relaciones 24/7, en las que el esclavo o la esclava debe todos los días y a toda hora respetar la voluntad de su Amo o Ama. Si alguien quiere iniciarse como Amo/a o Dominante, si bien existe la posibilidad de ser autodidacta, lo mejor será que se acerque a una persona más experimentada que lo guíe.
Existen ciertos códigos que es importante aprender y respetar. Por ejemplo, un esclavo debe dirigirse a su Ama como su Señor o Señora. “Buenas tardes, Señor”, “Gracias, mi Amo” o “Perdón, mi Señora, esto no volverá a ocurrir”, son frases que un buen esclavo o esclava se verá obligado a pronunciar varias veces. Cuando se trate de un mensaje por escrito, deben usarse para referirse al Amo o Ama, así como a sus objetos de adoración, las mayúsculas correspondientes. Por ejemplo: “Por favor, Señora Mía, no veo la hora de estar a Sus Pies y lamer Sus Botas”. El esclavo o esclava, por su parte, será nombrado por escrito siempre en minúsculas. No todos los Amos y esclavos usan nicknames, pero suelen ser usados como presentación en sociedad ante otras personas de la comunidad BDSM y además aportan un sentido lúdico a la hora de sesionar.
La palabra sesión es otra de las palabras más frecuentes en este ámbito. Dos o más personas sesionan cuando están reunidas con el fin de realizar cualquiera de las diferentes prácticas que se incluyen en el BDSM, independientemente de que luego haya contacto sexual o no. Por lo general, durante una sesión BDSM entran en juego los fetiches de cada persona. Entre los más frecuentes están las botas y la ropa de cuero o látex, uniformes militares, trajes, ropa interior, pero también una cantidad innumerable de atuendos y objetos que dependen de la imaginación y de la fantasía y de los roles que pretenda jugar cada persona.
Depende de la Ama, y del tipo de relación que ésta haya consensuado con su esclavo, que la observación de los códigos sea más o menos estricta.
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